Por: Juvencio Jaramillo | 27 septiembre de 2019
Se ha vuelto un común denominador que en discursos, artículos y notas, leamos en lenguaje inclusivo el uso de los plurales masculinos y femeninos cuando se refiere a un grupo de personas compuestas por hombres y mujeres.
Un director está valorando si en su próxima reunión de equipo conformado en un 80% por mujeres, debería usar el plural femenino (compañeras) para dirigirse al grupo en lugar de usar el plural neutro (compañeros), que es lingüísticamente correcto, pero tiende a la “discriminación” del genero femenino.
Ante esta inquietud, debemos aclarar en primera instancia que el lenguaje per se no es sexista y no hay porqué modificar reglas para hacerlo un lenguaje inclusivo. Cabe recordar que el lenguaje es la capacidad del ser humano para expresar sus sentimientos y pensamientos mediante palabras; por otro lado el sexismo es la discriminación basada en el sexo o en el género.
Lo que puede resultar sexista es el uso social o la connotación que se puede hacer de este lenguaje, pero el lenguaje per se nunca será sexista.
Valdría la pena entender que poner muchas “A” en las palabras o sustituir las “O” por vocablos como la X o la E para hacer un lenguaje inclusivo, no evita el sexismo en términos reales, me explico: el lenguaje está vivo y es flexible, moldeable y evoluciona con la sociedad; sin embargo, es un reflejo de la realidad, pero no al contrario.
Bueno, a nivel lingüístico no resulta trascendente tergiversar estructuras de comunicación con el propósito de provocar transformaciones en los comportamientos, cuando lo que hay hacer es cambiar los comportamientos y buscar otros medios o formas para hacer match con las nuevas generaciones.
Y debemos confiar en que la sociedad (en general y como ha sucedido desde el inicio de la humanidad) va transformando de forma natural el lenguaje.
Confiar en ambos sentidos, ya que el sexismo puede suceder a la inversa o ¿Acaso los periodistAs varones se sienten agredidos por que no les dicen “periodistOs”?
Por todo esto, resultaría conveniente dejar de banalizar el lenguaje o la lengua que puede ser masculino o femenino y atendamos cambios reales en las conductas sociales que de verdad generan el sexismo.
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes a Amo ser comunicólogo.
Comunicólogo con 10 años de experiencia en comunicación digital, audiovisual y organizacional. Presidente del Colegio de Profesionistas de la Comunicación del Estado de Querétaro. Ponente en diversos foros nacionales e internacionales. Apasionado de la docencia, el teatro y la fotografía, disfruto escribir y compartir mis experiencias con los demás.
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